Hábitos y rutinas: La hora del baño

El parque, la plastilina, el puré, los castillos de barro… Les encanta tocar todo, experimentar, ensuciarse… Pero también les encanta disfrutar de un buen baño, que además de relajarles les avisa de que se acerca la hora de cenar, de dormir… ¡Por fin llega la hora del baño!
Es uno de los momentos más importantes y placenteros del día. Por un lado les dejáis limpios y listos para dormir. Y por otro los papás y mamás os lleváis el premio del día: chapoteos, risas y muchas caricias. ¿Preparados para disfrutar de la hora del baño?

Mucho mas que un Baño

La hora del baño es uno de los mejores momentos del día para toda la familia: se disfruta, se aprende jugando, se comparte un buen rato... ¡Es mucho más que un baño!

• Aprender. Es uno de los mejores momentos para enseñarles la importancia de la higiene personal. Sí, les encanta ensuciarse pero poco a poco aprenderán lo a gusto que se está limpio, de lo agradable que es oler bien y lo bien que nos quedamos. Así, con el tiempo, también querrá tener su habitación limpia,  sus cosas, etc.
• Anticipar. Al hacerse más o menos a la misma hora todos los días, aprenderán que después del baño se irán a dormir y así empezarán a regular sus horarios.
• Disfrutar. Y sin duda será la ocasión perfecta para disfrutar de un momento placentero: mimos, juegos, caricias… una ocasión perfecta para olvidaros de las prisas y dedicarles toda vuestra atención.

¡Manos a la obra!

1. Antes de empezar

Bañarse, enjabonarse, lavarse la cabeza, secarse, vestirse y un montón de cosas relacionadas con estar limpios se empiezan a aprender desde que son bebés hasta que puedan hacerlo sin ayuda.
Como pasa con las demás rutinas ( la comida, la hora de ir a dormir, etc.) al principio costará un poco que lo haga todo sin vuestra ayuda. Además están muy ocupados en vivir aventuras fantásticas y jugar todo el día como para darse cuenta de que tienen todavía puré de la comida pegado en la cara. Paciencia, constancia y hacer del baño un momento de placer son la fórmula del éxito.

2. Una buena manera de empezar

Dejad todo preparado: la toalla, el jabón, las cremas y su ropita… ¡El baño va a empezar!

• A la misma hora… No hay una hora ideal, elegid el momento del día que mejor os venga e intentad respetar ese horario todos los días. Podéis probar antes de dormir: el agua relaja y además sabrá lo que viene después: pijama, crema y a dormir.
• …Y de la misma manera. Preparar la bañera, desvestirse, enjabonarse, juegos en el agua y a secarse. Todo un ritual que si se repite cada día terminarán aprendiendo.
• Y así cada día. Al principio lo haréis casi todo los papás y las mamás pero poco a poco les podréis ir dejando que se hagan cargo de pequeñas responsabilidades: enjabonarse, recoger su ropa sucia o los juguetes de la bañera. Son pequeñas responsabilidades que a ellos y ellas les encantan y que les dan cada vez más autonomía.
• Decidle lo guapo o guapa que está una vez que se ha bañado, lo bien que huele, lo limpio que está… Estarán encantados.
• No olvidar… El cuidado del implante coclear o el audífono. Es importante que si vuestra hija o hijo sordo lleva este tipo de ayudas técnicas se vaya haciendo responsable de su cuidado y aprenda que para bañarse hay que quitárselo. Cuando se lo tengáis que quitar hacedlo como algo natural, sin caras de preocupación, así lo vivirá como algo normal, como cuando te quitas las gafas.

Hablan las mamás y los papás...

Al principio pensábamos en cómo comunicarnos con ella en el baño

El baño es un momento estupendo para seguir contando cosas, para decirle cuánto le queréis… No os lo podéis perder sólo porque no lleve sus audífonos o implantes cocleares. Podéis practicar cómo captar su atención, usar los signos que sepáis y aprender otras muchas estrategias de comunicación visual que os serán muy útiles tanto en el baño como en el mar, la piscina, etc.

Cuando le toca el baño tiene rabietas ... ¡ pero luego no queire salir!

Está claro, para los niños y niñas el baño quita tiempo al juego, además hay que frotar, a veces el agua está muy caliente o muy fría, luego entra jabón en los ojos… Muchas veces para ellos y ellas el baño puede no ser algo tan divertido. Una buena manera de que estén a gusto será avisarles antes. Si están jugando podéis avisarle que en un ratito hay que bañarse. De esta manera les daréis tiempo para que se hagan a la idea.
Así mismo podéis avisarle cuando le quede poquito para salir del baño, para que se vaya preparando porque seguro que ahora no querrá salir. No dejéis de ver el apartado de Algunas buenas ideas.

Le da miedo el secador de pelo

Desenredar, secar y peinar puede ser para ellos y ellas la peor de las torturas. Es normal: si han tenido alguna operación en los oídos o alguna mala experiencia puede que no les guste mucho que les toquen la cabeza. Además el secador les puede asustar, sin olvidar que a veces el aire sale muy caliente así que id con mucho cuidado y seguid las pistas que os damos en Algunas buenas ideas.

No se deja secar los oídos

Muchas veces les habréis llevado de médicos: al otorrino, al pediatra, al audioprotesista… y puede que no les agrade que le toquen los oídos porque piensen que les van a volver a hacer daño. Una buena manera será que él o ella también bañen a un muñeco y que luego le sequen. Podéis ver estas y otras ideas en Algunas buenas ideas.

Si a Lucía se le mete jabón en los ojos se pone muy nerviosa

Es normal: en la bañera o en la ducha vuestra hija o hijo sordo tiene que quitarse sus audífonos o implantes cocleares, si los lleva. Esto hace que si además de no oír no puede ver bien porque le cae jabón se pueda poner nervioso o nerviosa. Intentad evitar que le entre jabón o usad algún jabón especial. Y echad mano de la lengua de signos: ¡así podréis seguir contándole cosas!

A María le encanta bañarse con su hermana sorda

El baño también puede ser una ocasión estupenda para que estén juntos los hermanos y hermanas, jueguen, se diviertan… es una forma más de reforzar su relación y seguro que se divierten muchísimo.

Algunas buenas ideas

Aquí os dejamos algunas buenas ideas para que enseñarles la rutina del baño sea algo divertido.

• Mi primer neceser. Siempre que sea posible a ellos y ellas les resultará muy divertido tener su propio neceser: con su esponja, su champú, su peine… es una forma de que les apetezca cada vez más “ser mayores”.
• Los temidos tirones de pelo. Para evitar lloros y pataletas podéis darle un cepillo para que vaya también desenredando su pelo, o podéis hacer algún juego como que estáis en una peluquería y le dais una revista o le ponéis delante de un espejo bonito.
• Los pies, la tripa, la cabeza… aprendiendo las partes del cuerpo. El baño puede ser una ocasión estupenda para aprender el nombre y el signo de las diferentes partes del cuerpo. Podéis aprovechar cuando le estéis enjabonando o secando para enumerarlas. Además si siempre seguís el mismo orden se lo aprenderá cada vez mejor.

• Juegos en el agua. Si hay algo que les encanta es jugar en la bañera. Podéis haceros con algún juguete grande y resistente, incluso los libros para el agua llenos de imágenes. Poco a poco les podéis nombrar los encargados de guardarlos en su sitio y que se encarguen de recogerlos al final del baño. Seguro que les encanta.
• Un suave masaje relajante con crema. ¿Y por qué no terminar el baño con un masaje relajante? Serán caricias que le ayudarán a relajarse, le encantará sentirse acariciado y es una ocasión para disfrutar juntos. Los masajes dadlos con toda la mano, no con los dedos. Veréis cómo le gusta.
• Una peluquería en casa. ¿Y por qué no improvisar un salón de belleza en casa? Podéis poner a todos sus muñecos en la bañera (quitándoles sus audífonos, si algún muñeco los lleva), que les lave el pelo con jabón, que les seque con la toalla y luego con un secador de juguete (puede ser cualquier cosa que se parezca a un secador: un teléfono viejo, pistola de agua…). Es la mejor manera de ir aprendiendo.
• Mi día a día. Podéis hacer un bonito calendario del día con fotos suyas desayunando, en el cole, en logopedia, en el baño… Será una forma divertida de que sepa cuando le toca bañarse, comer, etc. y así evitar pataletas.

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