“A veces andamos un poco perdidos… Cuando vemos que todos sus compañeros del cole tienen de todo y él nos lo pide no sabemos qué hacer ¿No se lo compramos? ¿Y si luego se siente diferente al resto por no tenerlo? Nos gustaría enseñarle que hay cosas más importantes que tener todos esos juegos pero no sabemos cómo hacerlo sin regañarle y enfadándonos por la rabieta que coge…”
Quiero esto, cómprame eso, dámelo...
Ver la cara de felicidad de vuestra hija o hijo cuando le compráis ese muñeco que tanto quiere o el último juego de su videoconsola es algo que a padres y madres os encanta ver. Es normal: verles tan felices os contagia de esa alegría, pero es muy positivo que reflexionemos sobre lo que de verdad hace feliz a vuestras hijas e hijos.
Vivimos en una sociedad donde, miremos donde miremos, nos bombardea un montón de publicidad de infinidad de productos pero con un claro mensaje: compra porque si compras serás más guapo, más delgada, más guay… en definitiva más felices. Pero hay muchas más cosas que les podéis dar a vuestros hijos e hijas. Querer inculcarles otro tipo de valores es posible y seguro que ya hay muchas cosas que estáis haciendo. Veamos más ideas.
¡Manos a la obra!
Dar a los hijos e hijas todo lo que piden no es la mejor forma de hacerles felices. Hay muchas cosas que no son materiales y que seguro que vuestra hija o hijo valora. Dar vuestra alegría, vuestro interés, vuestro tiempo, vuestros conocimientos, vuestro humor… son las cosas que de verdad les hace felices. Enseñarles esto desde peques es fundamental.
Si les enseñáis el valor de las cosas que no son materiales:
Crecerán más felices. Necesitarán menos y lo que tengan lo valorarán mucho más.
Aprenderán el valor del dinero. Las cosas cuestan un dinero y por tanto un trabajo. Esto les irá enseñando el valor del ahorro.
Llegarán a la adolescencia… sabiendo que hay cosas mucho más importantes y que no es imprescindible tener todas esas cosas para ser felices.
1. Antes de empezar
Comprar, usar y tirar. Las cosas materiales tienen una duración determinada. Ese juguete por el que ha llorado toda la tarde llegará un día (no tan lejano) en el que ya no le haga tanta ilusión y que acabará olvidado en algún rincón. Es bueno hacerles reflexionar que hay otras cosas que dan una felicidad más duradera.
El valor del ahorro. Desde que son peques es bueno enseñarles la importancia de ahorrar. Nos guste o no vivimos en una sociedad donde el dinero es algo importante y es fundamental que aprendan su valor: hay que trabajar para ganarlo, hay que ahorrar para comprar lo que necesitamos, no hay que malgastarlo, no es inagotable… Ellos y ellas no lo saben y tienen que aprenderlo.
El valor de las cosas no materiales. Las cosas que de verdad son importantes no son materiales: un beso, escucharles, tener tiempo para tiraros al suelo y jugar con los coches… Es muy importante hacerles ver su importancia, su valor, lo bien que os hace sentir… Así verán que estas cosas no materiales son también muy divertidas.
¡Enhorabuena mamás y papás!
Educar a vuestras hijas e hijos enseñándoles a valorar las cosas que no son materiales es un esfuerzo que tiene muchas recompensas. Además, lo que está aprendiendo
le acompañará toda la vida.
2. Una buena manera de empezar
Vamos a enseñarles…
El valor de las cosas. Para poder comprar ese coche hay que levantarse pronto todos los días, ir a trabajar aunque no apetezca, quitarse de otras cosas para ahorrar y por fin comprarlo. Y luego cuidarlo para que dure. Enseñarles esto les hará valorar mucho más las cosas que tiene y que hay en casa.
A dar y no solo a recibir. Hay que acostumbrarles a dar y dejar: sus juguetes, su ropa, su tiempo… De esta forma estarán ensayando para cuando sean adultos.
A saber lo que es verdaderamente valioso. No son las cosas materiales las que nos dan la felicidad, pero enseñar esto en una sociedad que nos dice lo contrario no es fácil. Sus amigas tienen ese móvil tan chulo, sus amigos se van de compras los viernes… Es importante que sepan que hay cosas mucho más importantes y que seguro que les hacen mucho más felices: preparar una merienda en familia, echar una carrera en el parque con los primos, ayudar a la abuela con la compra… Dan otro tipo de satisfacción mucho más intensa.
A cuidar y valorar sus cosas. Si siempre tiene lo que quiere y cuando lo quiere ¿cómo se sentirá cuando no lo pueda tener? Claro, se tirará al suelo, gritará y se enfadará mucho. Aprender a aguantarse y a manejar todas esas emociones que siente por no tener ese juguete que quiere es muy importante, y estará aprendiendo para cuando sea mayor.
Un consumo responsable. No podemos tener todo lo que queramos, aprender esto desde que somos peques es muy importante. Que tenga su hucha, sus ahorros o que se dé cuenta de que no puede tener todo lo que quiere son cosas que podéis enseñarles ya. Esta enseñanza le estará dando muchas estrategias para un consumo responsable.
Enseñarles a ver la televisión. En la televisión nos llega una gran cantidad de anuncios muy atractivos para ellos y ellas, sobre todo en épocas de regalos (Navidad, comuniones…). Es bueno “enseñarles a ver la televisión” a darse cuenta de que todo eso no es real, que hay cosas mucho más divertidas… Aprender a “descifrar” la publicidad y a distinguir lo que es real de lo que no lo es, es un aprendizaje que será muy útil para toda su vida.
Las manualidades. Un marco hecho con macarrones, un llavero de lana, un broche con trozos de tela o una casa para caracoles. Les encantará. Y si no se os ocurren estas manualidades no dejéis de buscar en Internet, encontraréis millones de ideas. También os dejamos algunas en el último apartado de este contenido.
El reciclaje. Es una muy buena edad para enseñarles la importancia del reciclaje: aprenderá que las cosas, si se reutilizan servirán para hacer otras. El papel, el vidrio, las latas… buscad juntos en Internet productos fabricados con material reciclado… ¡Y probad a hacer algo! ¿Qué os parece empezar por un bote?
Hacerles partícipes de sus compras. Que ahorre para comprárselo hará que luego valore mucho más ese juguete o esa camiseta. Claro, mamá y papá le podéis ayudar pero que contribuya en la medida de sus posibilidades es una gran idea.
Premios especiales. Muchas veces, cuando han hecho algo muy bien (un examen con buena nota, han ayudado en casa, se han portado fenomenal en casa de unos amigos…) se premia a los niños y niñas con regalos, ¿por qué no premiarle con una sesión de juegos en familia? Probad los premios no materiales: guerras de besos, un paseo en su parque preferido, visitar ese pueblo tan bonito…
Conocer a otras culturas. Acercarnos a otras culturas y conocer sus costumbres, tradiciones, formas de vida… nos hace darnos cuenta de que otras culturas diferentes a la nuestra tienen valores muy importantes como la familia, el estar juntos… Enseñarles a otras niñas y niños que no tienen móvil o que no necesitan esa camiseta de marca pero que son muy felices es una gran idea.
¿Qué ha aprendido?
Que las cosas que no se compran ni se venden pueden ser igual (¡y mucho más!) divertidas que las cosas materiales.Que aprovechar, reutilizar y reciclar son muy buenas opciones para cuidar nuestro planeta y además puede ser algo muy divertido.
Hablan las mamás y los papás...
Un día expliqué a mi hijo cómo funcionaba la tarjeta de crédito ¡Pensaba
que me regalaban el dinero!
Hay ciertas acciones tan cotidianas como sacar dinero del banco o pagar en un comercio con la tarjeta de crédito que muchas niñas y niños (sordos y oyentes) no saben cómo funcionan ¿Significa que no pagas? ¿El dinero sale como por arte de magia? Explicarles cómo funciona: el banco guarda el dinero para luego sacarlo con la tarjeta.
Hay cosas que no se pueden tener, hay que enseñárselo desde peques
Es importante que aprendan desde peques que todas las cosas que queremos no se pueden tener. Este ejercicio de “aguantarse” y aprender a controlar los sentimientos que eso provoca les está enseñando muchas cosas importantes para la vida. Es importante que os vea como un modelo, podéis aprovechar cuando estéis con él o ella para “pensar en voz alta” y cuando veáis algo que os gusta decirle o signarle que os encantaría tener esa corbata pero que ya tenéis muchas, o ese par de zapatos son muy bonitos pero antes de comprarlos hay que dar algunos que tienes que ya no usas para alguien que los necesite más.
¿Seguro que quieres ese juguete? Con el mismo dinero te puedes comprar dos
Los niños y niñas no son tan conscientes del valor del dinero y muchas veces hacen sus elecciones en función de lo que tiene el resto o lo que anuncia la publicidad en la tele. ¿Por qué no le enseñáis que con ese dinero puede comprarse otras cosas? Además puede ser una ocasión divertida para acercarnos a las matemáticas, que las vea como algo real, que se usa en la vida cotidiana y ¿por qué no? probad a usar la calculadora juntos.
Después de un año ahorrando... ¡Por fin nos podemos comprar la tele que queríamos!
Que vea que las cosas cuestan un esfuerzo hará que las valoren mucho más. Hacedle saber que para conseguir ciertas cosas es importante tener paciencia, esperar… Le estaréis enseñando que la inmediatez no es tan real, el lo quiero lo tengo no les ayuda, en cambio darse cuenta de que las cosas que se quieren suelen costar un esfuerzo, si les ayudará en su vida.
En su cole muchos amigos ya tienen móvil
El móvil no es sólo un teléfono, es una potente herramienta de comunicación, socialización y entretenimiento. A la vez es importante conocer sus posibilidades y riesgos. Todos los niños y niñas quieren tener uno y cada vez lo quieren antes. Esto hace que muchas familias no sepáis qué hacer ¿Será bueno? ¿Es demasiado pronto? La decisión de que tenga uno propio tiene que venir marcada por vuestro sentido común ¿Lo necesita? ¿Va a hacer un buen uso? En general, la edad más adecuada para que tengan uno es entre los 14 y 16 años, ya que esta es la edad donde el contacto con sus amigos y amigas es más significativo, están en una etapa más social. Antes de los 13 años no suelen darle un uso adecuado por lo que es más aconsejable que, si quieren usarlo, sea el familiar mejor que uno propio.
¿Quieres ese juego? Bien, tendrás que ir ahorrando
Ya lo hemos visto, implicarles en la compra de sus cosas es una buena idea. Les hace valorar su propio dinero, Podéis calcular juntos cuánto le falta, cuánto tiene, tener su propia hucha, ir a la tienda a elegirlo… Implicarles en el proceso de la compra les hace valorar más lo que compren, en lo que cuesta conseguirlo y en mantenerlo y conservarlo porque ¡le ha costado su esfuerzo!
Cuando se lo compro la veo tan feliz... Con la sordera ya tiene bastante y a mí no me cuesta tanto...
No porque sea sordo o sorda hay que darle todo lo que os pide. Decirle que no es también una forma de quererle. Que aprenda que no puede tener todo lo que quiere es muy importante: la vida está llena de cosas que aunque las quiera no las podrá tener. Darle todo no significa quererle más, el cariño se mide en muchísimas otras cosas: en vuestro tiempo, en vuestros juegos… Seguro que ya lo estáis haciendo.
Comprar regalos… para otros. Es un buen ejercicio para aprender que no pueden tenerlo todo y que también dar y regalar es algo que produce mucha satisfacción: imaginarse la cara de su amigo cuando abra el regalo, pensar en las cosas que le puede gustar a su prima…
Guardar juguetes para otras ocasiones. En algunas épocas (Navidades, cumpleaños…) puede que se junte con un montón de regalos, a muchos ni les hará caso. Aprovechad para guardarlos y dosificárselos para otros momentos, seguro que le hará mucha ilusión encontrarse con ese juguete.
Su hucha. Tener una hucha para ir guardando su dinero es una buena idea para que se vaya familiarizando con la idea de ahorrar para conseguir las cosas que quiere, aprender a usar la calculadora, darse cuenta de que igualmente papá y mamá tienen que guardar su dinero para luego dosificarlo…
Donar juguetes, ropa… Aquellas cosas que ya no usa las puede donar a otras niñas y niños a quienes les hagan más falta. Acompañadle a entregarlo en algún sitio donde se hagan recogidas de juguetes, ropa… Esto le hará darse cuenta de que no es bueno acumular cosas que luego no usas ni gastarse el dinero en nuevas cosas innecesarias.
Un supermercado muy especial: el parque. Muchas veces el único ingrediente imprescindible es un poco de imaginación para pasárselo genial. En el parque, bosque, playa… hay un montón de cosas que sirven para jugar ¿Por qué no construís un escenario con hojas, piñas y palitos? Puede ser el escenario perfecto para las aventuras de ese muñeco que tanto les gusta. O, si son más mayores, encontrar bichos para luego observarlos de cerca, buscar en Internet su nombre, sus características… ¡qué divertido!
Juegos tradicionales con el abuelo y la abuela. ¿Y si organizáis una tarde con el abuelo y la abuela para que cuenten los juegos con los que se divertían? La rayuela, las tres en raya… seguro que les encanta recordar esos tiempos y compartir con sus nietos y nietas sus juegos.
La carta de los Reyes Magos. Podéis hacer la carta juntos, hacerle reflexionar sobre lo que se va a pedir, ir a verlo juntos a la tienda (muchos juguetes vuelan y echan agua en la tele y luego la realidad es distinta) Ponerles un tope de regalos, así tendrán que decidir cuáles son los que más le gustan.
Vamos al punto limpio. Un día podéis ir juntos a un punto limpio: son sitios donde se recoge la basura de diferente tipo como las bombillas, el aceite, los electrodomésticos… Se dará cuenta de lo valioso que es reciclar para cuidar el planeta.
Un talonario muy especial. Podéis hacer juntos un talonario lleno de cheques o vales especiales: Vale por un abrazo de oso, vale por un beso de un minuto, vale por un masaje en los pies… Cada vez que haga algo muy bien por lo que se merezca un premio coged uno y ¡a disfrutarlo!
Mercadillos de cosas usadas. ¿Por qué no ir juntos a un mercadillo de segunda mano? No hace falta comprar nada, pero sí verá que las cosas que ya no se utilizan se pueden intercambiar, donar, comprar…
¿No te ha quedado claro?
No olvides que puedes consultarnos en el apartado PregúntanosAdemás en la colección de DVD Mi hijo sordo podrás ver aspectos relacionados con las niñas y niños sordos en estas edades.