“Nosotros siempre habíamos oído eso de ‘leer los labios’ pero ahora que tenemos a Darío, nuestro hijo sordo, lo vivimos de forma diferente. Intentamos hablarle despacio y pronunciando bien pero no sabemos si eso es suficiente para que nos entienda, o si tenemos que hacer algo más. No siempre comprende todo lo que decimos y, además, aunque parece que entiende muchas palabras, algunas las sigue diciendo mal.”
‘Leer los labios’, ‘lectura labial’, ‘lectura labiofacial’, etc. son expresiones para decir algo que todos y todas conocemos: adivinar lo que está diciendo una persona mirando los movimientos de su boca mientras habla, ¡aunque no solo la boca! sino, en realidad, toda la cara. Los gestos, las expresiones del rostro, etc. son muy importantes para poder entender lo que se está diciendo, por eso actualmente se utiliza más la expresión ‘lectura labiofacial’.
Todas las personas, oyentes o sordas, utilizamos de alguna manera un poco de ‘lectura labial’, es algo a lo que estamos acostumbrados y lo hacemos de forma natural. Pero eso no quiere decir que la necesitemos para entender a los demás. Para las niñas y niños sordos la situación es diferente. La mayoría tiene dificultad (algunos más y otros menos) para entender a través del oído lo que se dice, por lo que necesitan información que les llegue a través de la vista.
Para algunos y algunas la lectura labial será la única manera de entender lo que se les está hablando y para otros será solo una ayuda, ya que oyen algo más.
Leer los labios es algo más complicado de lo que parece ya que, por varios motivos, no se entienden todas las palabras. Dependerá mucho del niño o niña y de otros muchos factores, pero, para haceros una idea, pensad que las personas que leen bien los labios reconocen aproximadamente el 30% o el 35% de las palabras que dicen las personas que les hablan. ¡Las personas que leen muy bien los labios! ¿Por qué?
Ya lo tenemos más claro
La lectura labial es una ayuda para nuestra hija sorda pero con eso no se soluciona todo. Cada niño y cada niña es diferente y lo importante es utilizar todo de lo que se disponga para comunicarse: hablar, signos, palabra complementada, etc.
Ya sabéis que lo de leer los labios no es tan sencillo pero hay muchas cosas que se pueden hacer para facilitarlo. Tened en cuenta que cuanto más claramente vea vuestra cara mucho mejor. En los momentos en los que no haya mucha luz le va a costar más: en un espectáculo con luces de colores o poca iluminación, en una zona del salón donde no haya mucha luz, cuando estéis de espaldas a la luz, etc.
Seguro que habrá muchos momentos en los que vuestra hija o hijo sordo no entienda algo que le decís. Cuando ocurra esto podéis repetírselo vocalizando un poco más y, si veis que no os entiende, probad a repetírselo de otra manera, diciendo lo mismo pero con otras palabras. Recordad que también podéis usar signos para apoyaros, o palabra complementada si la usan en el cole.
En el apartado ¿Cómo me voy a comunicar? Encontraréis información básica que os será muy útil. Nos comunicamos > Comunicación > ¿Cómo me voy a comunicar?
Habrá personas a las que entenderá mejor y otras a las que entenderá peor. Va a depender de muchas cosas. En general, las barbas y los bigotes poblados no son “buenos amigos” de la lectura labial. Lo mismo ocurre cuando le habláis mientras estáis comiendo un caramelo, o estáis mordisqueando un bolígrafo, por ejemplo. Cuantos menos obstáculos pongáis entre vuestra cara y sus ojos mucho mejor. ¡Tenedlo en cuenta!
El audífono y el implante coclear son recursos técnicos de gran ayuda para la audición. Algunas niñas y niños sordos oirán bastante gracias a estas ayudas técnicas, y otros no tanto. La lectura labial siempre será una ayuda más que les vendrá bien y que la necesitarán en algunas situaciones: en una sala muy ruidosa, en la piscina, en la playa, etc. Cuántos más recursos se utilicen mejor que mejor.
Hay situaciones en las que vuestra hija o hijo sordo no podrá usar sus ayudas técnicas. Mirad el apartado Situaciones especiales de comunicación. Nos comunicamos > Ayudas técnicas y profesionales> Situaciones especiales de comunicación
Ya sabéis que todos y todas hacemos algo de lectura labial, es inevitable, pero es algo que se tiene que “entrenar” para sacarle el máximo partido, sobre todo cuando se tiene una pérdida auditiva. En las sesiones de logopedia, se suele trabajar y entrenar la lectura labial y dependerá de la situación de vuestro hijo o hija y de sus necesidades. Podéis preguntarle a su logopeda todas vuestras dudas.
La dactilología también es otro recurso que os ayudará cuando os comuniquéis con vuestra hija o hijo sordo. Podéis utilizarla cuando no entienda una palabra: si se la deletreáis podrá darse cuenta de las letras que forman la palabra y así la entenderá mejor.
Si no conocéis el alfabeto dactilológico echad un vistazo a nuestro Diccionario, allí lo encontraréis. Diccionario
A veces, cuando las personas intentan facilitar que se les entienda bien acaban hablando como si fuera un telegrama: “mañana, tíos, a su casa” “papá al médico, viene tarde, luego”. Es mejor decirle frases bien hechas, pero vocalizando bien y asegurarse de que lo ha entendido bien.
¡Claro que sí! La lengua de signos se puede usar siempre. Aunque en casa utilicéis esta legua para comunicaros seguro que vuestra hija o hijo sordo también usa lectura labial para comunicarse con otras personas, con otros familiares, con otros niños y niñas, etc. e incluso con papá y mamá en algunos momentos.
La lengua de signos es una buena forma para comunicarse y tiene muchos beneficios para vuestra hija o hijo sordo, y no afecta negativamente a la lengua oral. En el apartado ¿La lengua de signos influye de forma negativa en la lengua oral? encontraréis más información.
Nos comunicamos > Desarrollo del lenguaje > ¿La lengua de signos influye de forma negativa en la lengua oral?
Para leer los labios es necesario prestar atención, ver con claridad la cara de la persona que está hablando, conocer muchas palabras y frases, “imaginar” las palabras que no se entienden, etc. Cuando estáis comunicándoos con vuestra hija o hijo sordo cara a cara y en un lugar tranquilo e iluminado, es más fácil que os entienda, pero cuando la conversación es en grupo, jugando en el patio, cuando hablan varios a la vez, etc. le costará mucho más.
La palabra complementada es un sistema para ayudar a que vuestra hija o hijo sordo entienda mejor lo que se le dice de forma oral. Son gestos de apoyo que se hacen con las manos, cerca de la cara para ayudarle a distinguir unas sílabas de otras cuando se habla, y es necesario aprenderla antes y practicarla. Se suele utilizar en logopedia y en algunos colegios aunque no en todos.
¿No te ha quedado claro?
No olvides que puedes consultarnos en el apartado Pregúntanos. Además en la colección de DVD Mi hijo sordo podrás ver aspectos relacionados con las niñas y niños sordos en estas edades.