“Aunque Manu sea sordo no le hemos consentido más cosas que a sus otros dos hermanos. Es la mejor manera de hacerles sentir a todos igual y que no haya celillos entre ellos. Es verdad que al principio estás más pendiente pero hemos intentado que sea lo que es: uno más en la familia.”
“Dadle el juguete” “No ves que él no puede” “Es que ella es sorda ¿no te das cuenta?” Como padres y madres queréis lo mejor para vuestros hijos e hijas. Es normal que hayáis estado más pendientes de vuestra hija o hijo sordo: es posible que le hayáis visto más indefenso o indefensa y le hayáis querido proteger demasiado por miedo a que le pase algo. Este miedo es muy normal, pasa en casi todas las familias, pero tenéis que tener claro que no por ser sordo o sorda hay que cuidarles más, protegerles más y evitar que hagan ciertas cosas: vuestra hija o hijo sordo tiene las mismas necesidades de probarlo todo que vuestros otros hijos e hijas y vosotros, mamás y papás, les tenéis que transmitir confianza y acompañarles en este “descubrir el mundo”.
Mamás y papás
Una casa con normas y límites que todas y todos deben cumplir es una casa feliz. Seguro que ya hay muchas cosas que estáis haciendo muy bien. ¡Seguid así!
A muchas familias les pasa: el hecho de que vuestra hija o hijo sea sordo hace que le veáis más indefenso. No porque sea sordo o sorda hay que darle todo lo que os pide. Decirle que “no” es también una forma de quererle. Que aprenda que no puede tener todo lo que quiere es muy importante: la vida está llena de cosas que aunque las quiera no las podrá tener. Vuestra niña o niño sordo crece, cada día aprende a hacer nuevas cosas, así que hay que dejarle que vaya probando y las vaya haciendo. Esto es además una oportunidad para decirle lo bien que lo ha hecho.
Cada uno de vuestros hijos e hijas es único e irrepetible, por eso las comparaciones no son necesarias entre hermanos y hermanas: cada uno sabe hacer determinadas cosas, es un as en otras y algunas se le dan peor. Es importante aceptar sus cualidades y sus diferencias y enseñarles que cada uno tiene sus características positivas y sus facetas a mejorar. Esta es la mejor manera de evitar rivalidades y sentimientos de superioridad o inferioridad.
Las peleas entre hermanos y hermanas son inevitables. Se quieren pero se pegan, se adoran pero se enfadan… en el fondo están aprendiendo cómo hay que relacionarse con las personas, aprenden a ceder y a defender lo que es suyo. En este proceso los papás y mamás tenéis un papel importante: el de mediadores.
Ante una riña, y siempre que no haya golpes de por medio, hay que darles la oportunidad de que sean ellas y ellos los que solucionen lo ocurrido. Si siempre resolvéis los conflictos vosotros dependerán siempre de un adulto para solucionar sus peleas. No se trata de encontrar al culpable sino de darles las estrategias para que aprendan a arreglar sus diferencias.
¿Queréis saber sobre las peleas entre hermanos y hermanas? Hay un contenido entero sobre este tema.
Mi hijo de 6-12 años > Divertirse y relacionarse > Peleas entre hermanos y hermanas
Compartir absolutamente todo y que no haya peleas de por medio es muy difícil, sobre todo cuando son peques. Les podéis enseñar estrategias para que aprendan a compartir, ¿cómo? pues por ejemplo media hora al día pueden jugar con los juguetes de su hermano o hermana. Será una buena manera de irles enseñando a compartir.
Por supuesto ¡premiar cuando lo hagan bien a unos y otros! Decirle ¡qué bien lo has hecho! y felicitarle por todo lo que os ayuda vuestro hijo o hija oyente y lo bien que lo hace le hará sentirse especial. A veces los hermanos y hermanas de niñas y niños sordos sienten que se les hace menos caso, aunque no sea así. Ven que estáis más pendientes de la hermana o el hermano sordo y pueden llegar a sentir celos. Por eso es tan importante recordarles lo bien que han hecho algo y lo mucho que les queréis.
Es bueno que todos y todas tengan en casa sus “misiones” en función de la edad y de sus posibilidades. ¿Por qué no hacer un calendario semanal con las tareas que tenéis cada uno en casa? De esta forma podréis concretar lo que puede hacer cada uno, en función de su edad y sus capacidades. Seguro que están encantados de poder ayudar en casa, de tener pequeñas responsabilidades y así sentir que todos y todas colaboráis en casa. De esta forma evitaréis que uno cargue con todas las responsabilidades. Aunque sean peques pueden hacer muchas cosas y, sin duda, es la mejor manera de que se vayan acostumbrando a ayudar y colaborar en casa. Seguro que será divertido.
Si alguno de vuestros hijos o hijas tienen menos de seis años podéis consultar en el siguiente apartado la de cosas que pueden ir haciendo en casa.
Mi hijo de 0-6 años > Hábitos y rutinas > Pequeñas responsabilidades
Con pequeñas cosas, como no compararles, decirles las cosas buenas que tienen cada uno o dedicarles cada día un tiempo en exclusiva a cada uno, les estaréis haciendo sentir lo mucho que les queréis y lo especiales que son, cada uno a su manera. De esta manera entenderán que mamá y papá tienen cariño suficiente para cada uno.
Sobre celos y hermanos y hermanas hablaremos más en profundidad en el siguiente apartado.
Mi familia> Hermanos > Que entienda que su hermana es sorda
Ya lo tenemos más claro
La sordera no es ninguna excusa para tratarles de forma diferente: tienen derecho a crecer, equivocarse y saber lo que está bien o mal, igual que sus hermanos y hermanas. Tener pequeñas responsabilidades, conocer las normas de casa y sentir que puede hacer muchas cosas sin ayuda hace que se sientan más mayores. De paso, mamá y papá les felicitáis por las cosas que ya saben hacer sin ayuda. Con unas normas claras y con mucho cariño para todas y todos les estaréis dando la oportunidad de que vivan todas las experiencias que les ofrece la infancia, les estaréis dejando crecer y que sabrán que su familia está ahí, a su lado, acompañándoles y animándoles.
¿No te ha quedado claro?
No olvides que puedes consultarnos en el apartado Pregúntanos. Además en la colección de DVD Mi hijo sordo podrás ver aspectos relacionados con las niñas y niños sordos en estas edades.