“Recuerdo que con Claudia nos preocupaba todo: nos daba miedo que le pasase cualquier cosa, que se le rompiera el audífono, que se hiciera daño en el parque o que no se entendiese con sus amigas.
Poco a poco nos dimos cuenta de que Claudia es una niña como cualquier otra y por eso tendrá que caerse, jugar… ¡aunque a nosotros nos cueste!”
Ya te lo doy yo, no corras que te caes, mejor no le dejo con los abuelos por si pasa algo, ten cuidado con eso, seguro que le pasa algo por ser sorda…Todos los niños y niñas en los primeros momentos de la infancia dependen de sus padres y madres, pero a medida que van creciendo querrán tocarlo todo, correr, jugar… su instinto les lleva a probar el mundo que les rodea.
Como padres y madres queréis lo mejor para ellos y ellas. Esto hace que a veces le queráis proteger demasiado por miedo a que les pase algo. Este miedo es muy normal, pasa en todas las familias, pero tenéis que tener claro que no por ser sordo o sorda hay que cuidarles más, protegerles más y evitar que hagan ciertas cosas: vuestra hija o hijo sordo tiene las mismas necesidades de probarlo todo que cualquier otro niño o niña y vosotros, mamás y papás, les tenéis que transmitir confianza y acompañarles en este “descubrir el mundo”.
Como cualquier niño o niña, necesita darse cuenta de sus éxitos, de lo que sabe hacer fenomenal, de las cosas que se le da bien hacer y las que le cuesta un poco más. Los peligros y las dificultades le van a acompañar toda la vida, como os han acompañado a vosotros y vosotras, y para hacerles frente necesitan sentir que pueden y que tienen recursos para salir adelante.
Muchas veces no dejáis que haga ciertas cosas por prisa “ya lo hago yo que voy más rápido” otras porque, de alguna manera, queréis alargar su infancia: seguir dándole el biberón, que duerma en la cama con mamá y papá… Vuestros hijos e hijas necesitan sentirse cuidados, pero a la vez no les podéis proteger de todos los peligros que hay (¡imposible!) ni convertirle en el centro de todas vuestras atenciones y cuidados por ser sordo o sorda.
Mamás y papás…
Es imposible evitar que se caiga, que llore o que a veces se haga daño, pero esta es la forma que tienen de aprender. Hay que permitirles que hagan todo esto y que sepan que ahí estáis mamá y papá para cuando os necesite, acompañándoles en todos estos momentos.
Estar a su lado para ayudarle, no para hacerlo vosotros y vosotras es la clave para que vuestra hija o hijo crezca feliz. Sabemos que no protegerles en exceso a veces es difícil para la familia, por eso aquí os contamos algunos pasos para hacer esto mucho más sencillo.
No dudéis en consultar el apartado Promover su autonomía. Mi hijo de 0-6 años > Educar en casa > Promover su autonomía
¿Qué ha aprendido?
Estáis ahí para acompañarle pero no para hacerlo por él o ella.Tener pequeñas responsabilidades, conocer las normas de casa y sentir que puede hacer muchas cosas sin ayuda hace que se sienta mayor.
De paso, mamá y papá le felicitáis por las cosas que ya sabe hacer sin ayuda.
A muchas familias les pasa: el hecho de que vuestra hija o hijo sea sordo hace que le veáis más indefenso. Esto hace que todo parezca más peligroso de lo que en realidad es. Vuestras hijas e hijos, sordos u oyentes, necesitan que estéis atentos a los peligros pero sin que les estéis poniendo límites continuamente a todo lo que hacen. En vez de que vean todo como algo peligroso, es mejor que se den cuenta de que ellos y ellas son capaces de hacer un montón de cosas por sí mismos.
Es importante que las normas que hay en casa sean iguales para todos y todas, no porque sea sordo o sorda hay que consentirles más cosas o tener un trato diferente. De esta forma evitaremos que entre los hermanos y hermanas surjan celos y envidias. Vuestros hijos e hijas, sordos y oyentes, necesitan las mismas cosas: seguridad, cariño, normas, atención y sentirse importantes en la familia.
Seguro que si hacéis memoria (o si os miráis las cicatrices de las piernas) os acordaréis de todas las caídas en bicicleta, los golpes y todas las señales que os quedaron de vuestra infancia. Evitar eso es imposible: los niños y las niñas necesitan correr, tirarse por el tobogán y dar sus primeros pedales en bici. Así que las caídas estarán aseguradas y con ellas aprenderán que hay que tener cuidado. Crecer es un camino lleno de aprendizajes y de retos que superar. Darles la oportunidad de que vivan todas las experiencias que les ofrece la infancia es la mejor manera de dejarles crecer y que sepan que su familia está ahí, a su lado, acompañándole y animándole.
Si os paráis a pensar en todos los peligros que hay es muy probable que no le dejéis hacer casi nada. En vez de evitarle todas esas situaciones es bueno hablar o signar sobre ellas y darles recursos sobre la mejor manera de superarlas. Si no se enfrenta a estas situaciones en algún momento volverán a aparecer; es mejor que tenga recursos para superarlas. Si le da miedo la oscuridad podéis hablar o signar sobre el tema, si llora cada vez que se separa de mamá y papá podréis explicarle que entendéis que esté triste pero que no va a pasar nada, etc.
Os proponemos muchas ideas en el apartado Cómo tranquilizarle cuando tiene miedo. Mi hijo de 0-6 años > Comunicación > Cómo tranquilizarle cuando tiene miedo
Como ya hemos ido viendo, la sordera no es ninguna “excusa” para que vuestro hijo o hija no haga lo mismo que la mayoría de niños y niñas de su edad: jugar, saltar, correr, hacer tartas de barro, quedarse a dormir en casa de su amiga, patinar… Evitarles posibles peligros por si se hace daño o porque quizás no saben cómo hablarle hará que no desarrollen estrategias para hacer frente por sí mismos a todos estos pequeños retos, que tantos hay en la vida. Dadle la oportunidad de enfrentarse a todas las cosas que le tiene preparada la vida y así crecerá como cualquier niña o niño, como lo que es.
Evitarles situaciones para que no lloren o no sufran a veces hace que el día que tengan que enfrentarse no sepan cómo hacerlo y sientan que no pueden. Un ejemplo es cuando tienen que dormir solos y solas, cuando tienen que dejar la cuna o empezar a dormir en una habitación nueva. Claro, ellos y ellas tendrán miedo, lo pasarán mal al principio… pero si saben que están ahí mamá y papá que les dan seguridad y les dicen que no va a pasar nada malo seguro que se enfrentan de otra forma a estas situaciones tan frecuentes en la infancia.
No dejéis de ver el siguiente apartado lleno de ideas para que irse a la cama sea todo un éxito. Mi hijo de 0-6 años > Hábitos y rutinas > Acostarse
Aquí os contamos algunas ideas para irles dejando hacer cosas por sí mismos.
¿No te ha quedado claro?
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Además en la colección de DVD Mi hijo sordo podrás ver aspectos relacionados con las niñas y niños sordos en estas edades.